Stéphanie Bauduin, Directora de Seguridad y Medio Ambiente de Tarkett Sports EMEA y Coordinadora de WCM, combina su pasión por el judo con su compromiso profesional en Tarkett Sports, infundiendo los valores del tatami en todos los aspectos de su vida diaria.

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Una pasión nacida desde la infancia: el judo como forma de vida

Para Stéphanie Bauduin, el judo va más allá del deporte, es una verdadera pasión arraigada en su historia personal desde su infancia. «El judo siempre ha estado presente en mi familia. Mi hermano pequeño y mi padre estaban involucrados en el deporte, y naturalmente me sentí atraída por el deporte desde una edad temprana», comparte con entusiasmo.

Su decisión de comenzar a practicar judo a la edad de 15 años marcó el comienzo de un profundo compromiso que daría forma a gran parte de su vida. «Rápidamente desarrollé un gusto por la intensidad y la disciplina del judo. En ese momento, entrenaba asiduamente, yendo al dojo cuatro veces por semana», recuerda Stéphanie.

Esta determinación le permitió ascender rápidamente en las filas, alcanzando el nivel de cinturón negro en solo tres años, una hazaña que es un testimonio de su dedicación y capacidad atlética. Aunque sus estudios universitarios marcaron una pausa en la práctica del judo, Stéphanie nunca abandonó su pasión por el deporte. «En 2017, después de mucho tiempo sin practicar regularmente, decidí volver al judo en mi nueva ciudad», explica. Este regreso a los tatamis fue particularmente significativo, no solo para recuperar la forma física sino también para reconectarse con una parte importante de su identidad personal. «Volver a encontrar el judo fue como reencontrarse con un viejo amigo. Fue una experiencia enriquecedora redescubrir las sensaciones del combate y el autocontrol», dice Stephanie.

Momentos inolvidables y retos personales

Esta reconexión con el judo también se vio reforzada por la participación de su marido, que comenzó a practicar este deporte junto a ella, convirtiéndose también rápidamente en cinturón negro. «El judo se ha convertido en una parte central de nuestra vida como pareja, lo que nos permite compartir momentos fuertes, recargar las pilas y apoyarnos mutuamente en nuestro progreso», añade con una sonrisa.

Entre los recuerdos más preciados de Stephanie, algunos momentos en el tatami destacan por su intensidad emocional y significado personal. «Tengo fotos de fin de año con mi padre y mi hermano, los tres en kimono. Estos momentos significan mucho para mí, porque capturan nuestro vínculo familiar a través del judo», dice.

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Además, los desafíos a los que se ha enfrentado en la competición, como competir contra oponentes masculinos y completar pruebas técnicas difíciles, han fortalecido su resiliencia y confianza. Uno de los momentos más memorables de su carrera como judoca fue conseguir su kata para segundo dan. «Fue un período intenso de preparación física y mental, pero también fue una gran fuente de orgullo y logro cuando lo logré», dijo con emoción.

Este éxito no solo consolidó sus habilidades técnicas, sino que también le abrió nuevas oportunidades en el campo de la enseñanza y el arbitraje, destacando su compromiso continuo con el judo.

Judo: un camino hacia la realización personal y profesional

Para Stephanie, el judo es mucho más que un deporte competitivo: es una forma de vida que impregna todos los aspectos de su existencia. «El judo me enseñó valores como la disciplina, el respeto, la perseverancia y la superación de uno mismo, cualidades que son esenciales no solo en el tatami sino también en mi carrera profesional», dijo. Como Director de Seguridad y Medio Ambiente de Tarkett Sports EMEA, estos valores se manifiestan a través de su liderazgo y su enfoque riguroso y metódico para garantizar la salud y la seguridad de los empleados y los procesos de la empresa de manera sostenible.

«Practicar judo me permite recargar las pilas mental y físicamente. Es una forma de equilibrio que me ayuda a gestionar el estrés y a centrarme en mis responsabilidades profesionales», explica Stéphanie. Esta capacidad de canalizar las enseñanzas del judo en su vida diaria es un testimonio de su compromiso con la mejora personal continua y la integridad profesional. «El judo es mucho más que una actividad física para mí, es un camino hacia la realización personal y un marco para cultivar relaciones significativas», concluye.